¿Cómo empezó todo?

De izquierda a derecha: Roberto Ruido,Nadir Sigolo y Mathias Burgos-Villa.

Hace menos de un año que este proyecto está vivo. Su nacimiento fue pura casualidad, como casi todas las cosas grandes que pasan en esta vida. Los caminos de tres chicos, con mucha hambre de música, se cruzaron en Tenerife. Y desde entonces solo pensamos en cómo seguir juntos y empedrar, con música y sonrisas, el sendero salvaje al que nos enfrentamos. Vivir de nuestra pasión.

Llegamos casi al mismo tiempo a la isla, ya que ninguno somos de Tenerife. Y el destino quiso que Nadir, de Italia, y Mathias, de Francia, acabaran viviendo en la misma casa. Por otro lado, yo, Roberto, tuve la suerte de cruzarme con Nadir cuando interpretaba un tema de Yann Tiersen (uno de mis compositores favoritos) con su acordeón en una calle de la Laguna. Esto fue una señal, sin duda. Y partir de ahí no nos hemos separado.

Ahora somos adictos a nuestro trabajo. Estamos enganchados a la música, a la energía que la gente nos da, al calor de los aplausos y los comentarios bonitos. Sin duda este es el principio de una gran amistad.